Desde la puesta en marcha del programa, un total de 44 parejas han experimentado los beneficios de la justicia restaurativa subsanando fracturas en el núcleo familiar
Desde la puesta en marcha del programa, un total de 44 parejas han experimentado los beneficios de la justicia restaurativa subsanando fracturas en el núcleo familiar
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Un total de 37 parejas conforman la segunda generación del Tribunal de Justicia Familiar Restaurativa al concluir las cinco etapas del programa, algunas de las cuales se hicieron presentes en una emotiva ceremonia para reconocer su exitosa participación.
Superado sus problemas, mediante el desarrollo de diversas habilidades, los participantes reforzaron su comunicación, propiciando el ejercicio de una paternidad responsable, evitar conflictos mayores, restaurar lazos familiares, así como a enriquecer y fortalecer a la sociedad, al reintegrarse debidamente a la misma.
Los participantes que asistieron a la ceremonia recibieron la documentación que decreta el sobreseimiento de su causa, al culminar el tratamiento del programa de manera satisfactoria.
Comenzando como un proyecto piloto, el Tribunal de Justicia Familiar Restaurativa inició en Nuevo León en julio de 2014, como el primer tribunal en su género a nivel nacional.
Ahora, sus frutos son significativos al representar una opción para la recomposición de familias fracturadas por la violencia familiar, así como por asuntos de convivencia, guarda y custodia de menores.
Desde la puesta en marcha del programa, un total de 44 parejas han experimentado los beneficios de la justicia restaurativa subsanando fracturas en el núcleo familiar.
Aplicando los principios de la justicia terapéutica, su función implica la acción coordinada de diversas instituciones para solucionar el problema de violencia en el núcleo familiar, sensibilizando a las personas agresoras sobre los efectos de su comportamiento ofensivo.
Otorgando al imputado el beneficio de la suspensión del proceso a prueba, el programa del Tribunal de Justicia Familiar Restaurativa implica un sistema de supervisión que garantiza que los participantes no reincidan en una conducta; además de lograr su reinserción social.
Si bien el objetivo no es la reconciliación de las parejas en los casos en que así lo hayan decidido, durante las etapas del programa, se pretende lograr la unión familiar y que sus integrantes tengan una vida libre de violencia, logrando la rehabilitación de los participantes y la restauración de la comunicación asertiva con sus familias.
Los resultados se reflejan en los participantes, quienes experimentan sus beneficios y ven traducidos sus esfuerzos en la recomposición de sus familias y en una mejor convivencia con sus hijos.
Al mencionar que Nuevo León es pionero en México en modelos de justicia terapéutica y restaurativa, el magistrado Carlos Emilio Arenas Bátiz expresó que son modelos que privilegian que se restablezca el bienestar psicológico de los involucrados en el conflicto judicial dando preferencia a la concientización y no a la represión.
“Que la aplicación de una sanción sea con la finalidad de concientizar y restaurar y no con la única finalidad de castigar por castigar”.
Sobre el surgimiento del programa, explicó que su implementación buscó atender un fenómeno criminológico preocupante y que tiene que ver con los altos índices de delitos en los que se ve involucrado la violencia familiar, al constituir el 23 por ciento de los delitos que llegan a tribunales.
“El objetivo con el Tribunal de Justicia Familiar Restaurativa es atender no solamente las consecuencias del problema, no solo atender a la víctima del problema e imponer la pena correspondiente al sujeto activo del delito, sino atender las causas que originan este fenómeno, ello también con el objetivo de restablecer en la medida de lo posible, un diálogo entre los involucrados que conlleve al ejercicio de una paternidad responsable, se respeten los derechos de sus menores descendientes y de manera conjunta y proporcional se satisfagan las necesidades de los mismos”.
Comentó que el programa pudo concretarse gracias a la participación colaborativa de diversas instituciones como el DIF, la Procuraduría General de Justicia, del Instituto de la Defensoría Pública y Seguridad Pública, sumando esfuerzos para tratar el problema de la violencia en el núcleo familiar.
El tribunal representa, dijo, una oportunidad para lograr la efectiva restauración familiar, puesto que el rompimiento de la relación de pareja no debe traducirse en el rompimiento de las relaciones familiares existente entre ellos y sus menores descendientes.
Una de las parejas participantes agradeció el apoyo obtenido a través del programa.
Yo me siento más segura, más protegida, dijo María de la Luz, al expresar que aprendió a ser más tolerante y prudente.
“Yo aprendí mucho, gracias a los psicólogos y psicólogas. Me doy cuenta que en realidad si le importamos a la comunidad, en especial a las autoridades, que no estamos solos y quienes tenemos hijos hay que hacerlo por ellos”, dijo.
Acudiendo en representación del gobernador Jaime Rodriguez Calderón, el licenciado Roberto Flores Treviño, Procurador de Justicia, dijo sentirse conmovido y orgulloso al ver el núcleo familiar restaurado en las familias que llevaron satisfactoriamente el programa.
“Para nosotros, las autoridades del Estado de Nuevo León, la entrega de sus reconocimientos es un aliciente en el combate de la violencia familiar que es la más dañina en la medida que destruye la base de la misma sociedad”.
A los participantes que egresan les expresó que constituyen un modelo a seguir en virtud de que muestran que la convivencia familiar libre de violencia es posible a pesar de las situaciones difíciles que hayan vivido previamente.
“Son (los graduados) una muestra palpable de lo que se puede alcanzar a través de la colaboración institucional”, expresó al exhortarlos a que hagan un nuevo inicio de sus relaciones familiares y que no recaigan.
En la ceremonia también estuvieron presentes como representantes y titulares de las instituciones involucradas en el programa Erick Mayel Caballero de León, Director del DIF Nuevo León en representación de Adalina Teresa Martínez Dávalos de Rodríguez, Presidenta del Sistema DIF Nuevo León; Cuauhtémoc Antúnez Pérez, Secretario de Seguridad Pública; Santiago A. Piccone Berlanga, Director General del Instituto de Defensoría Pública; y el Lic. Rafael Antonio Torres Fernández, Director General del Instituto de la Judicatura y Encargado del programa de Justicia Familiar Restaurativa.