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Voces de Justicia

VOCES DE JUSTICIA

Muestra archivística en donde se invita a reflexionar sobre el acceso a la justicia que tenía la mujer a principios del siglo XX, a través de casos en donde obtuvieron sentencias favorables en contextos históricos en donde no era tan común.

Causa instruida en contra de Matilde Diez por el delito de adulterio. 1908

Matilde Diez y Alonso, una mujer de 18 años y de origen cubano, fue acusada por su esposo, el periodista Luis B. Casas de cometer el delito de adulterio.

Matilde y su esposo no atravesaban buenos momentos en su matrimonio, es por eso que al cabo de dos años, decidieron separarse, yéndose ella con sus padres. Sin embargo, al descubrir Luis a lo que se dedicaba Matilde para sobrevivir, decidió denunciarla por adulterio, ya que dijo “su honra como hombre fue menoscabada” al ejercer su esposa la prostitución.

Bajo este argumento, Matilde o Esmeralda Soler (el cual era su nombre de oficio) fue aprehendida sin habérsele comprobado el cuerpo del delito, así que tuvo que recurrir a una instancia superior para defenderse.

Destacaban pruebas como que Luis Casas había presentado un acta de matrimonio entre él y Matilde; un certificado de Sanidad a nombre de Esmeralda Soler, mismo del que tuvo conocimiento 10 meses antes de presentar la denuncia, es decir, cuando el delito había prescrito.

De todo o anterior, solamente se pudo comprobar el matrimonio de los agentes, lo cual no fue prueba suficiente para determinar la culpabilidad de Matilde, o Lidya, o Esmeralda, y por muy fuertes que pudieran ser las afirmaciones de Luis, no eran suficientes para comprobar la consumación del delito en los términos de la ley.

Por esta razón fue declarada inocente, liberada y en total libertad para ejercer el oficio con el que ella pudiera ser independiente y autónoma.

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Causa instruida en contra de Matilde Diez por el delito de adulterio. 1908

Instancia promovida por Francisca Meléndez pidiendo autorización para vender bienes de su propiedad. 1927.

Diligencias promovidas por la señora Francisca Meléndez de Peña solicitando licencia para vender una finca urbana de su propiedad, que adquirió por herencia de su finado padre, para sustentar atenciones y educación de sus hijos menores, en virtud de estar ausente su esposo el Sr. Arturo L. Peña, quien desde el año de 1918 se ausentó sin saber su residencia, solo se tiene noticia de que vive en un pueblo de Texas.

Se resuelve a favor de la Sra. Francisca Meléndez de Peña al concederle, debido a la ausencia de su esposo, autorización judicial para que venda una finca de su propiedad, para que así sea capaz de atender la educación y garantizar la subsistencia de sus hijos menores por ella misma.

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Instancia promovida por Francisca Meléndez pidiendo autorización para vender bienes de su propiedad. 1927.

Juicio ordinario civil sobre divorcio por abandono conyugal promovido por la Sra. Paula López de López en contra del señor Isabel López. 1943.

El 18 de diciembre de 1926 contrajeron matrimonio la señora Paula López y el señor Isabel López. De su matrimonio tuvieron un hijo en 1929 y vivieron felices durante algunos años, hasta que a finales de 1939 el Sr. López abandonó su hogar conyugal, dejando solos a la Sra. Paula López y a su hijo menor. El demandado argumentó que abandonó el hogar conyugal obligado por el supuesto mal carácter de su esposa, quien buscaba excusas para pelear, considerando así inválido el juicio.

No obstante, aún con el supuesto de que se hubiere demostrado una causa justificada de abandono por parte del demandando, ésta no se justificó, por lo que el juicio falla a favor de la Sra. Paula López al proceder con el divorcio y declarar disuelto el contrato de matrimonio. Así mismo, el Sr. Isabel López pierde la patria potestad de su hijo Marto Jesús López.

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Juicio ordinario civil sobre divorcio por abandono conyugal promovido por la Sra. Paula López de López en contra del señor Isabel López. 1943.

El ataque de celos que derivó en una agresión con un hacha en 1948.

El 5 de mayo de 1948 en un restaurante de Monterrey, mientras las familias consumían sus alimentos, un individuo insultó y atacó a la dueña del lugar y a un empleado con un arma blanca, causándoles severas heridas.

En un inicio, el sr. José se había dirigido al restaurant donde trabajaba y era dueña su pareja, la Sra. Carolina, pues sospechaba que lo engañaba con un empleado. Pidió de comer y varias bebidas alcohólicas, con las que se emborrachó. Pero en determinado momento vio a Carolina cerca de Manuel, el empleado del que sospechaba, teniendo un ataque de celos; entonces tomó una pequeña hacha con la que cortaban la carne y le dio un golpe a ella y al empleado, quien había tratado de defenderla. Ambos fueron hospitalizados y se recuperaron, mientras que José fue enjuiciado y encarcelado por el delito de lesiones.

En sí, el caso representa las relaciones de la época, caracterizadas muchas por los celos y la idea de posesión del hombre de su pareja, y cuya resolución resultó a favor de la mujer a pesar de una defensa que trató de considerar la agresión de José como una defensa propia de su honor.

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El ataque de celos que derivó en una agresión con un hacha en 1948.

Última actualización: Marzo 19, 2025