En honor al:
Nació en Guadalajara, Jalisco, llegó como médico a Monterrey a los veinte años en 1833, demostrando una gran dedicación y sentido humanitario durante la epidemia de cólera que azotó a la región, ganándose el cariño y respeto de la población, que desde entonces lo comenzó a llamar «Gonzalitos».
Impulsor de las obras de la Escuela de Medicina y el Hospital Civil. Se adentró en la política, llegando a gobernador interino del estado en dos ocasiones, así como Magistrado Suplente del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León en 1851. Además, fue estudioso de la historia regional, sobre la que publicó algunas obras que son fuentes documentales indispensables.
En 1876 se le otorgó el título de “Benemérito de Nuevo León”, por su contribución al progreso de las ciencias, las artes, las obras materiales y la educación.